Una controversia que siempre estuvo a la vista
23/06/2017Las disputas de propiedad intelectual suelen ser de las más variadas y, en un sentido, es bueno que así sea, el intelecto humano no reconoce límites.
Esta vez nos toca más de cerca a los cordobeses, y me refiero al ciudadano medio, aquel que ha sabido transitar las calles de la ciudad, y que seguramente alguna vez se detuvo a apreciar una obra escultórica que por muchos años estuvo emplazada frente al Shopping Patio Olmos y que ahora se ubica en una plazoleta de Ciudad Universitaria.
Luego de 35 años de presencia de la obra Los Menhires en Córdoba, la disputa respecto de su autoría no ha llegado a su fin. Histórica y pacíficamente atribuida al escultor español Alberto Barral, desde 2011, viene trayendo un dolor de cabeza para la Secretaría de Cultura de la Municipalidad.
La Fundación de Arte Maestro Roberto Viola, sucesor de los derechos de autor del pintor y escultor Roberto Viola, presentó documentos que demostrarían que Barral sólo se encargó de realizar el trabajo en piedra bajo encargo, siguiendo los modelos en yeso del primero.
Sin embrago, pese a que la semana pasada la Secretaría de Cultura de la Municipalidad reconoció la autoría de Viola, la viuda de Barral continúa en puja para que se le reconozcan los derechos sobre Los Menhires.
Por casi 30 años la escultura se refugió en el anonimato, sin placa ni mención de autoría; lo cierto es que ahora, en la medida que se resuelva quien tiene mejores derechos, el resultado puede no ser visto con buenos ojos.
El autor de una obra, según la legislación de derecho de autor de nuestro país, tiene los derechos no sólo morales a que se le reconozca su autoría en toda exhibición, sino también los que surgen de la esfera patrimonial, es decir, de disponer de su obra, pudiendo hasta incluso exigir su retiro inmediato del lugar donde se encuentra.
Lo cierto es que el asunto deberá ser estudiando con minuciosidad, quedando muchas interrogantes sin respuesta, por la sencilla razón de que Los Menhires no habían despertado ningún tipo de recelo hasta el momento.
Preguntas tales como ¿de dónde provino la obra?, ¿se debió a un encargo?, ¿la Fundación Viola cuenta con los modelos originales? ¿Cómo terminó emplazada en Córdoba? ¿La municipalidad adquirió algún tipo de derechos sobre ésta?, deberán ser resueltos para poder dar fin a un tema y que Los Menhires continúen siendo testigos del andar de los cordobeses.
Por:
Sergio Castelli - Agente de la Propiedad Industrial
Tobías Larregui - Abogado